Las Golondrinas

Llegaron en la madrugada, todos los hoteles de la zona estaban ocupados, no sabían a donde más acudir a pedir asilo, solo querían llegar a  algún donde pudiesen descansar.

Al parecer el destino se empeñaba en  dificultarles cada día mas su

existencia, nadie quería saber mas de ellos, los habían corrido de esa casa que construyeron con tanto esfuerzo y lo peor sus propios hijos Cata y Roberto se habían quedado para despojar a sus padres de todo lo que tenían.

Doña José noches antes de esto  había  sufrido un ataque de nervios pues ella sabia lo que sus propios hijos, por quienes seria capaz de dar  su vida estaba tramando y es que ultimamente la familia Torres como todos los conocían en su privada, habían estado discutiendo y cada vez era con menor temor de ser escuchados.

El jefe de la familia Don Roberto no hablaba pues como era costumbre todos sus sentimientos eran resguardados como un tesoro ni siquiera a Doña José le contaba lo que pensaba o sentía.

El problema era fuerte pues la única justificación que daban Cata y Roberto era que se amaban como jamas pensaron amar. Esto sobrepasaba por mucho la mentalidad de sus padres y vecinos pero a ellos nada les importaba para ellos solo importaba el estar juntos y seguir viviendo esa relación incestuosa que tanto perturbaba a sus desgraciados padres.

Afuera de ese hotel que se hacia llamar Las Golondrinas estaban con dos maletas Doña José y Don Roberto soportando el frió de invierno característico de las 3:00 am que pasaba a segundo plano en cuanto pensaron en lo que seria de ellos desde es momento y en lo cruel que es la vida cuando se llega a los 70 años, todo en algún momento se paga era lo que ellos pensaban ,las historias son ciclicas decía Don Roberto pues todo esto lo ocacionaron ellos mismos al no contarles a Cata y Roberto lo tormentosa que fue su relación y lo difícil que es la vida en pareja y explicarles que sus abuelos eran los mismos por parte de su padre y de su madre.